ILUSIÓN EN TIEMPOS DE ZOZOBRA (por Luis Galindo)
Ahora más que nunca nuestra fuerza interior es la que nos hace avanzar. No podemos dejarnos contagiar por un clima de inseguridad hacia el futuro, por esa depre colectiva, por una actitud general de resignación.
El gran escritor francés Balzac definía la resignación como un “suicidio cotidiano”. ¿Quién quiere morirse un poquito todos los días? ¿Estás dispuesto a dejar en manos de otros tu destino? Si tu respuesta es NO, sólo te quedan dos opciones: o ¡¡Ilusionarte!! o ¡¡Ilusionarte!!. Que la situación es difícil, ya lo sabemos. Pero tengo una buena noticia: reilusionarse no sólo es posible, tú puedes hacerlo; es más, ¡¡Tienes que hacerlo!! (Galindo, 2011).
En una entrevista, el gran tenista español Rafael Nadal, ante la pregunta sobre qué hacía cuando el partido al que se enfrentaba era especialmente difícil, respondió: ponerle más ilusión.
Cuando nos enfrentamos a los retos y circunstancias que nos pone la vida y los superamos con éxito, aumenta nuestra confianza en nuestras capacidades. Esto forma parte de la Autoeficacia, término acuñado por Bandura (1977) y que describe la capacidad innata de las personas para regular su propio comportamiento ante los retos que nos propone la vida.
Esta confianza que ganas, alimenta la actitud optimista y anima a pensar que se pueden hacer frente a otras situaciones, superándolas y sintiéndote capaz. Es en este momento, cuando en lugar de ver barreras, comienzas a ver oportunidades, reconociendo que la situación es difícil pero que puedes crecer y cambiar. No se trata de ver el problema o lo que sucede de una forma ilusa, alejada de la realidad, sino reconocer su dificultad, ver que tienes la capacidad para hacerle frente y buscar aquellos recursos que necesitas... e ilusionarse por ello. Porque además de conseguir tus objetivos, contagiarás a los que te rodean.
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